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Preparar a los estudiantes para un programa de intercambio estudiantil puede ser una de las experiencias más enriquecedoras que ofrece una universidad, pero también implica una gran responsabilidad. No se trata solo de reservar vuelos y preparar papeles: hay muchos detalles que pueden marcar la diferencia entre una buena experiencia y un viaje lleno de imprevistos. Para ayudarte con esa misión, aquí tienes una checklist pensada para coordinadores, con todo lo que no puede faltar.
Documentación legal obligatoria
Todo empieza por los papeles. Sin ellos, no hay viaje. Asegúrate de que cada estudiante tenga:
- Pasaporte válido al menos 6 meses después de la fecha de regreso.
- Visado (de estudios, voluntariado o prácticas, según el caso).
- Carta de aceptación o convenio firmado con la institución de destino.
- Permiso de residencia (si es necesario).
- Copia digital y física de toda la documentación.
- Carnet internacional de estudiante (ISIC, si aplica).
- Sugerencia adicional: en algunos países puede ser necesario presentar una prueba de solvencia económica para tramitar el visado o acreditar medios suficientes. Infórmate con antelación si esto aplica para el destino del estudiante.
Recomendamos preparar una carpeta física y digital junto con el estudiante para que todo esté siempre a mano y disponible en caso de imprevistos.
Seguro médico y de viaje
Una gripe leve puede convertirse en un gran problema si no hay cobertura médica. Antes de viajar, cada estudiante debe contar con:
- Seguro médico internacional (que incluya hospitalización, atención primaria y urgencias).
- Seguro de repatriación y responsabilidad civil.
- En algunos casos, cobertura COVID o vacunación específica.
Si el país destino exige un seguro homologado, lo mejor es que lo gestiones con la aseguradora desde el principio. También es útil entregar a cada estudiante una tarjeta con teléfonos de emergencia del seguro.
Salud mental y apoyo emocional
Estar lejos de casa no es fácil. Por eso, cada vez más programas de intercambio estudiantil incluyen una preparación emocional previa. Algunas recomendaciones:
- Charla o taller sobre choque cultural, adaptación y manejo del estrés.
- Contacto directo con el servicio psicológico de la universidad.
- Promover a grupos de estudiantes que ya hayan viajado para que compartan su experiencia.
- Hacer seguimiento durante los primeros meses en destino.
Una buena red de apoyo puede hacer una gran diferencia, especialmente en los primeros días. Asegúrate de hablarlo con ellos de manera cercana, usando un tono claro y directo que conecte.
Contactos de emergencia y seguridad
Los estudiantes deben tener claras sus personas de contacto en caso de que algo no salga bien. Aquí va lo mínimo que deberían que tener siempre a mano:
- Datos del coordinador/a institucional.
- Contacto de emergencia familiar o personal.
- Dirección y teléfono de la embajada o consulado del país de origen.
- Números locales de emergencia (policía, ambulancia, etc.).
- Información del alojamiento asignado o reservado.
También puedes recomendarles tener instalada una app de ubicación compartida, o incluso un grupo de WhatsApp entre estudiantes que participen en el mismo programa.
Equipaje básico recomendado
En este caso no hay una lista cerrada, pero aquí te dejamos algunas recomendaciones generales:
- Ropa según el clima (es importante revisarlo siempre antes de empezar a hacer la maleta).
- Zapatos cómodos, al menos tres pares: uno casual, uno formal, uno deportivo.
- Electrónica: portátil, cargadores, adaptadores de enchufe, auriculares.
- Artículos de higiene y medicamentos personales con receta.
- Una mochila de uso diario, botella reutilizable y candado.
Recuérdales que no se trata de llevarlo todo, sino lo más importante. Menos es más, sobre todo cuando se viaja durante varios meses.
Integración local y cultural
Una buena preparación no es solo logística, también es cultural. Así que, ¿cómo facilitamos su adaptación?
- Ofrece información básica sobre normas sociales, costumbres y lenguaje cotidiano.
- Explica brevemente el sistema de evaluación del país de destino, ya que puede variar bastante y conviene que el estudiante sepa qué esperar desde el inicio.
- Fomenta que los estudiantes tomen clases introductorias del idioma local, si lo desconocen.
- Invítalos a unirse a asociaciones estudiantiles o grupos internacionales.
- Comparte consejos prácticos: cómo usar el transporte, dónde hacer compras, aplicaciones locales útiles...
La integración empieza mucho antes de pisar el país destino.
Recursos financieros y dinero en efectivo
El dinero puede generar más de un dolor de cabeza si no está bien planificado. Aquí te dejamos algunos los puntos importantes:
- Indicar cuánto efectivo llevar (según moneda y condiciones del país).
- Recomendación de abrir cuentas digitales (como Bunq).
- Informar sobre límites de retiro, comisiones y tipo de cambio.
- Preparar una pequeña guía con ejemplos de presupuestos mensuales.
Evita que los estudiantes lleguen sin saber cuánto cuesta una tarjeta SIM o un billete de autobús: esto puede generarles mucha frustración en su llegada al nuevo destino.
¿Qué no deben llevar los estudiantes?
A veces el exceso de equipaje viene con preocupaciones innecesarias. Algunos objetos que puedes recomendarles dejar en casa:
- Electrodomésticos grandes o no compatibles con el voltaje local.
- Demasiada ropa (es mejor lavar con frecuencia que cargar de más).
- Joyas u objetos de valor innecesarios.
- Documentación original sin copias de respaldo.
Sugiere enfocarse en lo práctico y ser precavidos.
Conclusión y checklist descargable
Preparar estudiantes para un programa de intercambio estudiantil requiere organización, empatía y mucha comunicación. Con esta checklist, tu equipo puede anticiparse a los detalles más importantes y ofrecer una experiencia segura y bien acompañada.
Si quieres tener todo esto disponible de forma rápida y organizada, descarga aquí la versión en PDF con el checklist completo.