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Una buena descripción puede marcar la diferencia entre recibir muchas solicitudes poco relevantes o encontrar al inquilino adecuado en menos tiempo. Aunque las fotos atraen la primera vista, el texto del anuncio también muy importante para generar confianza y para aclarar cualquier duda. En esta guía te ayudamos a estructurar tus descripciones de forma clara, directa y mucho más efectiva.
Comienza con un resumen claro
El primer párrafo debe responder rápidamente a la pregunta de cualquier inquilino: ¿por qué este piso me puede interesar? En estas primeras líneas, indica el tipo de vivienda, su estado general y su ubicación. Este resumen debe servir como una introducción útil y rápida para que quien lee decida si sigue leyendo el anuncio o no. No hace falta adornarlo demasiado, solo intenta priorizar en lo esencial.
Resume los datos básicos de forma ordenada
Después del resumen inicial, aporta los datos principales del piso en un bloque claro. Superficie en metros cuadrados, número de habitaciones y baños, si es interior o exterior, si está amueblado o no, precio del alquiler y si los gastos están incluidos. También es clave indicar si ya está disponible o desde cuándo se podrá entrar. Esta información, cuando está completa y visible desde el principio, evita muchas preguntas repetidas y acelera el proceso.
Describe las estancias con lógica
Haz una pequeña descripción de cada parte de la vivienda, siguiendo un orden que tenga sentido. Puedes empezar por el salón, seguir con la cocina, después los dormitorios, el baño y, si hay, otros espacios como terrazas, pasillos o despensas. No hace falta detallar cada rincón, pero sí mencionar los elementos funcionales que contiene cada estancia y en qué estado se encuentra. Esto ayuda a visualizar mejor el espacio antes de una visita.
Menciona los extras relevantes
Hay detalles que pueden hacer que un piso destaque frente a otros, especialmente si el precio es similar. Indica si hay aire acondicionado, calefacción individual, lavadora, lavavajillas, ascensor, trastero, garaje o conexión wifi. También puedes mencionar si el edificio tiene portero, si se aceptan mascotas o si hay zonas comunes. Estos extras no deben mezclarse con la descripción general, sino colocarse en una parte específica del texto para que se vean fácilmente.
Incluye información útil sobre la zona
No todos los inquilinos conocen bien la zona en la que se encuentra el piso, así que es útil dar algo de contexto. Señala si hay estaciones de metro o paradas de autobús cerca, supermercados, farmacias, centros educativos, parques o zonas para hacer deporte. Si el barrio es tranquilo, animado, residencial o céntrico, también puedes indicarlo, siempre con un enfoque práctico, no promocional.
Especifica el tipo de contrato y perfil de inquilino
Ser claro desde el principio sobre el perfil de inquilino que buscas te ahorrará tiempo. Si prefieres alquileres de larga duración, dilo. Si el contrato mínimo es de un año, inclúyelo. Indica si se aceptan mascotas, si se permite fumar o si hay restricciones de edad o tipo de ocupante (por ejemplo, solo una persona, pareja, estudiantes, trabajadores, etc.). Cuanto más específico seas, más filtradas estarán las solicitudes que recibas.
Elimina errores ortográficos y de redacción
Un anuncio con errores de escritura da una mala imagen y puede generar desconfianza. Tómate unos minutos para revisar la ortografía, la puntuación y la claridad del texto antes de publicarlo. Si tienes dudas, puedes usar herramientas de corrección o pedirle a alguien que lo lea por ti. La buena redacción es parte de una comunicación profesional.
Refuerza lo que se ve en las fotos
El texto no debe repetir lo que muestran las imágenes, pero sí puede dar contexto. Si en las fotos se ve un salón amplio, puedes aprovechar el texto para mencionar que tiene buena orientación, acceso al balcón o que se renovó hace poco. Usa el texto para completar lo que no se ve: calidad de los materiales, tipo de calefacción, aislamiento o distribución del espacio.
Evita exageraciones o frases vacías
No uses adjetivos que no aporten valor o que puedan generar expectativas que luego no se cumplan. Frases como “ideal para…” o “perfecto para…” no aportan información concreta. Es mejor centrarse en hechos y características reales, que es lo que buscan los inquilinos a la hora de tomar decisiones.
Haz que sea fácil de leer
Usa párrafos cortos, frases claras y una estructura que permita escanear el contenido rápidamente. No abuses de mayúsculas ni de signos de exclamación. Si puedes, divide el texto en bloques temáticos, con espacios entre ellos, para facilitar la lectura en dispositivos móviles. Cuanto más claro esté el texto, más confianza genera.
Una buena descripción no se trata de vender el piso, sino de explicarlo bien. Cuanto más clara, completa y honesta sea la información, mejores resultados tendrás. Recibirás menos consultas repetidas, ahorrarás tiempo en visitas innecesarias y atraerás a los inquilinos que realmente están buscando lo que tú ofreces.