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Durante los últimos años, las regulaciones migratorias se han convertido en uno de los temas más debatidos en Reino Unido. Desde el Brexit, el país ha tomado una dirección muy diferente a la del resto de Europa, implementando políticas más restrictivas, especialmente en lo que respecta a la entrada de trabajadores extranjeros, estudiantes y familiares de residentes. Estas medidas han generado preocupación entre organizaciones y universidades que dependen del talento internacional, al mismo tiempo que han reconfigurado por completo el mapa de oportunidades para quienes planean mudarse a Reino Unido.
El gobierno británico justifica estas decisiones como una forma de reducir la inmigración neta, proteger los empleos locales y fortalecer la economía interna, pero, sin embargo, los expertos advierten que las nuevas reglas podrían tener efectos adversos: desde la escasez de mano de obra en algunos sectores hasta la pérdida de competitividad frente a otros países como Alemania, Francia o Estados Unidos, que están implementando políticas más flexibles para atraer talento cualificado.
Este nuevo escenario plantea una gran pregunta para quienes desean trabajar, estudiar o vivir fuera de su país de origen: ¿sigue siendo Reino Unido una buena opción? En esta guía os dejamos cómo afectan estos cambios a ciudadanos no británicos, especialmente a europeos y estadounidenses, que tradicionalmente han sido una parte importante de la población extranjera residente en Reino Unido.
Visados de trabajo
Uno de los cambios más significativos en cuanto a visados es el aumento del salario mínimo exigido para obtener un visado laboral bajo el esquema de Skilled Worker Visa. Desde abril de 2024, la cifra ha pasado de £26,200 a £38,700 anuales.
Este aumento tiene varias implicaciones:
- Si eres ciudadano europeo o estadounidense y cuentas con una oferta de trabajo en Reino Unido, necesitarás que tu salario cumpla este umbral para poder solicitar el visado. Esto deja fuera a muchas profesiones cualificadas pero mal remuneradas, como trabajadores sociales, técnicos sanitarios o incluso algunos roles en tecnología.
- Las empresas británicas que contrataban talento extranjero ahora están limitadas a perfiles con salarios elevados, lo que reduce las oportunidades reales para quienes buscan establecerse en Reino Unido desde el extranjero.
- La burocracia también se ha endurecido: ahora hay más controles, más costes asociados a los visados y mucho más tiempo de espera para estos procesos.
Reagrupación familiar
Otra medida que ha generado conflicto es la limitación al derecho de traer a familiares al país. Si antes un ciudadano extranjero con visado podía traer consigo a su pareja o hijos como dependientes, ahora esto es un proceso más complicado.
- Desde marzo de 2024, es necesario demostrar un nivel económico mucho más alto para poder solicitar visados para dependientes.
- Esto afecta de forma directa a ciudadanos europeos o estadounidenses que planeaban mudarse con su familia al Reino Unido: deben demostrar ingresos estables y suficientes, lo cual excluye a quienes comienzan una nueva etapa profesional o académica.
- En el caso de los visados vinculados al sector de la salud o el cuidado social (como cuidadores de mayores o personas con discapacidad), directamente se ha eliminado la posibilidad de traer dependientes, lo que ha generado una fuerte caída en solicitudes desde el extranjero.
Estudiantes internacionales
El Reino Unido sigue siendo uno de los destinos más populares para estudiantes de grado y posgrado procedentes de Europa y Estados Unidos, pero las normas y regulaciones para quedarse después de terminar los estudios son cada vez más exigentes.
- Aunque aún existe el Graduate Visa, que permite quedarse hasta 2 años tras graduarse (3 si es doctorado), el acceso a este visado se está revisando y podrían imponerse condiciones más estrictas.
- Muchos programas de máster en Reino Unido tienen una duración de solo un año, lo que obliga a los estudiantes a buscar empleo en un plazo muy corto si quieren quedarse en el país. Esto resulta especialmente difícil para aquellos que no tienen redes de contacto locales.
- Las nuevas políticas también afectan al número de estudiantes que pueden traer a sus parejas o hijos durante su estancia académica, limitando aún más la movilidad familiar.
Efectos colaterales
Más allá de los aspectos técnicos, las nuevas restricciones están teniendo efectos culturales y profesionales en cadena. El Reino Unido corre el riesgo de convertirse en un destino cada vez menos atractivo para ciudadanos europeos y estadounidenses que antes consideraban el país como una puerta de entrada al mundo anglosajón o una base profesional en Europa.
- Universidades británicas están registrando una caída en aplicaciones internacionales, especialmente en perfiles europeos que antes no necesitaban visado para estudiar.
- Startups y empresas tecnológicas, muchas de las cuales tenían vínculos estrechos con centros de innovación en Berlín, Ámsterdam o Silicon Valley, encuentran ahora más difícil atraer talento desde fuera.
- Sectores como el arte, el diseño o la producción musical, tradicionalmente dominados por colaboraciones internacionales, se están viendo afectados por la reducción de movilidad y la carga administrativa de cada estancia.
Las nuevas reglas de visado del Reino Unido suponen un cambio de paradigma para quienes provienen de Europa o Estados Unidos: ya no basta con tener una oferta de trabajo o una plaza en una universidad, ahora es imprescindible cumplir con requisitos económicos y legales más estrictos, que limitan tanto la movilidad profesional como la personal. Si mudarte al Reino Unido en 2025 está entre tus planes, es conveniente que prepares toda la documentación con antelación y tener un plan B por si las restricciones siguen aumentando.